ENTREVISTA - “TRAYECTORIA CRIMINAL”


Por Uriel Morales
En la emblemática Calle Guerrero de la Colonia San Juan Ixhuatepec,  pervive un obstinado barrio tan peligroso como antiguo, el cual fácilmente podría trasportarte a aquellos estrechos callejones de las favelas en Brasil, en este sitio se vive sin tregua en la lucha,  sin reposo en la cabrona sobrevivencia del más fuerte, donde la vida tiene su atractivo y la muerte guarda su encanto, la noche caía lentamente sobre los tejados de aquellas viejas vecindades, la luz de la luna revelaba el camino, el cual era tan confuso y osado  como quien cruza un laberinto repleto de lobos hambrientos.
 El barrio de los Guerreros es un arrabal sin ley judicial, el cual se rige bajo sus propias normas, donde es permitido salirse de los moldes convencionales, liberándose de los dogmas, reglas y estigmas tradicionales, donde solo se vive por la insaciable lucha y la defensa de la gente de aquel gueto, de aquel vecindario, el cual convierte en su columna vertebral a todos aquellos niños, hombres y mujeres que día a día salen a ganarse la vida de formas inimaginables. 
Con el reloj marcando las ocho en punto y en la esquina acordada, me disponía temeroso a la llegada de “El Bony” un hombre que a sus 39 años tiene un largo historial criminal con el cien por ciento de sus intersecciones exitosas, el cual durante todo este tiempo nunca ha pisado un hospital o la cárcel.
A lo lejos vi a un hombre moreno con una barba prominente, aproximadamente de 1.80cm, se acercó a mí y al tenerlo en frente lo reconocí inmediatamente por una fotografía que anteriormente me habían mostrado, al saludarlo estreché su mano, una mano caliente, áspera, maltratada, repleta de callosidades, pero al mismo tiempo firme, con mucha fuerza y llena de energía.
 Menciono que venia del jale y que por eso se presentaba  un poco tarde, al llegar a su vecindad nos recibieron cuatro de sus vecinos quienes no rebasaban la mayoría de edad, pero  evidentemente estaban  drogados y alcoholizados, después de una serie de saludos con albures y burlas entramos al lugar, subimos  tres pisos sobre una escalera muy angosta y deteriorada, hasta llegar al pequeño departamento que renta junto a su esposa y dos hijas, “Ya llegue Licha” grito mientras entrábamos a uno de los cuartos, 
dejo su mochila en un sillón que se encontraba cerca de la puerta y rápidamente se quitó la sudadera, dejando ver todos aquellos diseños de tinta sobre su piel, tatuajes que cubrían casi la totalidad de su espalda y sus brazos, me invito a sentarme mientras su esposa e hijas acudían a su grito de llegada. El espacio entre los muebles era casi inexistente, cabía todo dentro de ese pequeño cuarto, la cocina, el comedor, la sala, un mueble para la televisión y el estéreo, realmente estaba muy bien organizado para que todas las cosas tuvieran su lugar en una pieza de 4x4m aproximadamente. Al llegar su esposa e hijas me presente y muy amablemente me ofrecieron algo de beber o de comer, yo solo pedí un vaso con agua, pero entre las bromas y los abucheos me termine tomando una lata de cerveza con El Bony.
Al preguntarle que si toda la vida se había dedicado a robar camiones de importación respondió que no, que en un principio no asaltaba, solo que, a los 12 años, lo que había iniciado como un juego de amigos robando cosas pequeñas en la tienda, fue creciendo cada vez más, hasta comenzar a robar autoestéreos o las llantas de refacción y los tapones de los coches, actividades que con el paso del tiempo se fue haciendo algo natural, normal, una costumbre que cada vez empeoraría.
El Bony daría su siguiente paso al conocer a uno de sus compañeros de asalto ya fallecido, el cual les facilito a él y a sus amigos la obtención de armas de fuego y contaba con la experiencia necesaria para asaltar con éxito los camiones de trasporte público, al principio intersectaban un camión por día, pero cuando se sintieron seguros y con las técnicas y estrategias muy bien dominadas comenzaron a robar más de seis camiones  por día, su jornada laboral arrancaba desde las 5 de la mañana hasta las 9 o 10 de la noche.
Al  hacerle recordar  su pasado podía observar a un hombre triste, con miedos y arrepentimientos, sus ojos  expresaban muchas cosas que estoy seguro no me diría, el tono de su voz se quebraba en algunas partes de sus historias y yo,  yo me preguntaba una y otra vez cual habría sido el origen de todo esto, no solo en este caso sino en otros también, así que no me quede con las ganas, le pregunte sobre  qué factores  influyen en las personas que tienen una vida relacionada al crimen, qué fue lo que a él lo orillo a convertirse en lo que es ahora, a lo que me contesto, que la mayoría de las personas que él conocía dentro de ese círculo procedían  de hogares desintegrados, donde generalmente padecían de maltrato infantil, que en su caso sus padres consumían drogas y alcohol, que su padre golpeaba a su madre constantemente, pero que igual forma influía el tipo de amistades y la colonia o barrio en que se vive. Menciono que el buscaba en la pandilla, la seguridad, la autoridad y los lazos de cercanía que probablemente en su casa no tenía. Y a medida que fue creciendo, sus crímenes igual, el robo, la extorsión y las drogas ya lo eran todo en su vida.
Confeso que su codependencia a las drogas era muy fuerte y que el dinero que obtenía robando trasporte público ya no le era suficiente, así que esto fue el punto crítico en que decidió buscar algo más grande, contactando a otro de sus amigos pactan para realizar y organizar el rapto de camiones de importación y exportación de mercancía, dijo que “Después de los primeros tres robos se corrió la voz de que el Bony le echaba ribete, que  tenía voz de mando, ya todos me buscaban para ir a robar tráilers, tortons llenos de mercancía”
Pero como todo lo que sube tiene que bajar comenzaron a llegar las noticias tristes, la muerte de la mayoría de sus compañeros durante los asaltos y una enfermedad terminal que enfrentaba su madre, comenzaron a hacer conciencia de lo que estaba pasando alrededor de aquel hombre, para que poco a poco fuera retirándose de este peculiar estilo de vida, la llegada de su hija mayor fue el acontecimiento que lo llevaría a dejar el mundo del crimen por completo.
Al término de la entrevista El Bony dio su opinión sobre el incremento del crimen en la Ciudad de México, menciono que es debido a la sobrepoblación y falta de oportunidades que tienen los jóvenes al trabajo y a la educación.
Actualmente El Bony es obrero, se casó en el 2010, tuvo 2 hijas y se encuentra sumamente agradecido con Dios por haberle regalado una segunda oportunidad de vivir y amar a las personas que le dieron un nuevo sentido a su vida, su familia.

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