“SOY INGENIERO EN NAVEGACIÓN TERRESTRE (TAXISTA) Y MÚSICO”
Por: Cristofer Quiroz Cárdenas
LUIS ENRIQUE GUITIERREZ
Humilde ante todo, con su sentido del humor que lo caracteriza, al contarnos que en su infancia lo principal que recuerda es que “estaba feíto y con el paso del tiempo no se compuso”. Una ligera risa al término de esa respuesta.
Lleno de fantasías, con la imaginación más desarrollada que los demás niños. Ellos llenos de juguetes y él, con una simple caja grande de cartón, se hacía una nave espacial o lo que en ese momento se le ocurriera.
Un niño tímido al principio, cumplidor con la escuela, mas no de su agrado, conoció a los demás niños y la diversión era más intensa.
Con dificultades y carencias, comenzaba a plantear sus gustos por algunas profesiones, pero no como cualquier niño que quiere ser astronauta o futbolista, él quería ser ingeniero químico, luchador profesional y aprender música.
“Acualmente soy ingeniero en navegación terrestre (taxista) y músico”
Lleno de recuerdos, llevando su cabeza hacia arriba, nos cuenta sobre los primeros viajes que hizo con algunos famosos, un lunes cualquiera donde es de “echar la concha”, realizar pendientes y de paso conocer a gente en su trabajo como a César Martínez, comentarista de Televisa Deportes; Martha Vallejo, productora de Aventurera; y al luchador Nitro que era su vecino.
Teniendo dichas anécdotas y gozando de la compañía de personas importantes, lo llevó a pensar en su futuro como taxista y dueño de una “flotilla” como nos comentó, para estar un poco más tranquilo económicamente cuando llegue el momento de su retiro, aunque el número de taxis a su mando aún no lo tiene preciso.
“Por otro lado, siendo cantante me siento decepcionado de que para vender y ser reconocido tienes que ser bonito, atractivo a los ojos de quien va a comprar tu mercancía sino te cierran la puerta en la cara”
Su molestia con la falta de identificación de talento se hizo notar.
Cualquier proyecto de vida es difícil pero en el ambiente artístico es un poco más duro debido a que tienes que tocar muchas puertas y muy pocas se abren para darte una oportunidad de demostrar lo que tienes. Participó en algunos proyectos musicales como le dicen, lo invitaron al “Hueso”.
Sus ojos se llenaron de brillo al comentar que en esos grupos el ratito de fama que tenía lo disfrutó, debido a que cuando bajó del escenario la gente le pidió fotos o autógrafos y la satisfacción se le notaba aún. "No busco realmente eso, pero nadie se niega a un poco de fama".
Con esa poca fama, tuvo la fortuna de hablar con uno de los salseros más importantes como lo es el señor Óscar de León, un innovador de la cumbia mexicana; Arturo Jaimes, QEPD; un salsero más, Diego Morán y a Ezequiel quién fue la voz de Aarón y su grupo Ilusión. Son algunas de las personas que ha conocido a lo largo de este hermoso viaje.
En dicho negocio de la música, se encontró con personas que le daban la espalda y menospreciaban su trabajo, pero afortunadamente y con tono alegre expresó que no solo conoció a compañeros de trabajo y de pasión sino a hermanos que se apoyan mutuamente que hasta la fecha siguen estando juntos presentándose en eventos sociales lo cual lo llena se satisfacción el saber que la música que expresan a la gente es de su agrado y nos lo demuestran con un aplauso o felicitación y con ello otra oportunidad de trabajo.
Descendiendo de su automóvil donde momentánea y cómodamente se realizaba esta plática, ingresamos a uno de sus eventos donde lo elogiaron por el traje que usaba desde que nos recibió y por lo social que es este hombre.
Terminando su labor de taxista como lo hace los sábados en la mañana, llega el momento de dicho día donde se convierte en cantante y líder animador de un grupo donde se divierte cada fin de semana y donde es amado por todos ya que notamos el recibimiento que le dieron.
Nos mencionó que si en el futuro como músico llega más beneficio económico, bienvenido, pero prefiere ser recordado por lo que a la gente le hizo sentir, y que digan que aunque canta feo lo hace con mucho sentimiento, porque cuando ya no esté, es lo único que se llevará.
“La fe en Dios y mantener mi salud es lo más importante de mi vida, de lo demás yo me encargo porque estando bien de salud espiritual y física todo es posible”.
Luis Enrique Gutiérrez, alto, moreno, complexión robusta, no siempre, como nos comentó, con ese tono burlón y alegre que lo caracteriza, nos contó su vida como solo él puede hacerlo, haciendo reír a carcajadas.
“De mi muy triste vida”, concluyó.
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