El mexicano es discriminado o discriminador
El mexicano es discriminado o discriminador
Por Sonika
En México existe discriminación. Peor aún, no es extranjera, se trata de un frente a frente; así es, mexicano vs mexicano.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis) 2017, cinco de cada diez personas aseguran haber sido discriminadas y más aún, una de cada cinco le han negado alguno de sus derechos.
Esta investigación, que buscó determinar cuántas personas fueron discriminadas en la CDMX, mediante la consulta a personas adultas de 39 mil 101 viviendas, demuestra que efectivamente en México existe discriminación sin importar la familia, comunidad, escuela, centro de trabajo, iglesia o instituciones gubernamentales.
Somos un país de prejuicios que impide la práctica de la tan anhelada igualdad.
¿Quiénes son las víctimas?
Se trata de mujeres, personas trans, adultos mayores, jóvenes, indígenas, personas con alguna discapacidad, homosexuales, extranjeros y quienes profesan alguna religión no mayoritaria. Esto es resultado de que en la sociedad se sigan teniendo prejuicios y estereotipos (estos últimos marcados desafortunadamente por los medios de comunicación).
Las redes sociales se han encargado de propagar esta plaga de “dislike” y burla hacia aquello que no es agradable a la vista, memes, videos y discursos son usados como agresión en lugar de difundir aceptación.
Resulta raro que “no veamos” lo que pasa, pero nos hacemos ciegos ante lo que ya es visto como normal, por ejemplo: nueve de cada diez personas hablantes de alguna lengua indígena que trabajan, no tienen contrato laboral ni prestaciones médicas, cosa que va en contra de una condición digna de trabajo, ¿tú aceptarías algo así?
Cuando escuchamos la palabra racismo la mayoría piensa en Estados Unidos y no creería que en México se den casos. Sin embargo, existe y es tal peso que se tiene creencia de que las personas de tono de piel más oscuro son la gente “jodida” y las personas de tez más clara son “fifís”.
La discriminación es la restricción e invalidación de oportunidades de millones de mexicanos, esto por ende es un freno total al desarrollo de la democracia en nuestro país. Si los gobernantes no trabajan en ello, en conjunto con la sociedad, no es de sorprenderse que la desigualdad y la violencia aumenten aún más.
No solo basta con una norma rectora, la cual busca proteger la dignidad humana. En el artículo primero, párrafo quinto de nuestra Constitución, se prohíbe toda discriminación motivada por origen étnico, nacional o cualquiera que atente contra la dignidad humana, pero contrario a ello de 2016 a 2017 se registraron el doble de casos de discriminación.
Si seguimos “aplastando” a las minorías y siendo desiguales, México no dejará de ser un país tercermundista.
Por Sonika
En México existe discriminación. Peor aún, no es extranjera, se trata de un frente a frente; así es, mexicano vs mexicano.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis) 2017, cinco de cada diez personas aseguran haber sido discriminadas y más aún, una de cada cinco le han negado alguno de sus derechos.
Esta investigación, que buscó determinar cuántas personas fueron discriminadas en la CDMX, mediante la consulta a personas adultas de 39 mil 101 viviendas, demuestra que efectivamente en México existe discriminación sin importar la familia, comunidad, escuela, centro de trabajo, iglesia o instituciones gubernamentales.
Somos un país de prejuicios que impide la práctica de la tan anhelada igualdad.
¿Quiénes son las víctimas?
Se trata de mujeres, personas trans, adultos mayores, jóvenes, indígenas, personas con alguna discapacidad, homosexuales, extranjeros y quienes profesan alguna religión no mayoritaria. Esto es resultado de que en la sociedad se sigan teniendo prejuicios y estereotipos (estos últimos marcados desafortunadamente por los medios de comunicación).
Las redes sociales se han encargado de propagar esta plaga de “dislike” y burla hacia aquello que no es agradable a la vista, memes, videos y discursos son usados como agresión en lugar de difundir aceptación.
Resulta raro que “no veamos” lo que pasa, pero nos hacemos ciegos ante lo que ya es visto como normal, por ejemplo: nueve de cada diez personas hablantes de alguna lengua indígena que trabajan, no tienen contrato laboral ni prestaciones médicas, cosa que va en contra de una condición digna de trabajo, ¿tú aceptarías algo así?
Cuando escuchamos la palabra racismo la mayoría piensa en Estados Unidos y no creería que en México se den casos. Sin embargo, existe y es tal peso que se tiene creencia de que las personas de tono de piel más oscuro son la gente “jodida” y las personas de tez más clara son “fifís”.
La discriminación es la restricción e invalidación de oportunidades de millones de mexicanos, esto por ende es un freno total al desarrollo de la democracia en nuestro país. Si los gobernantes no trabajan en ello, en conjunto con la sociedad, no es de sorprenderse que la desigualdad y la violencia aumenten aún más.
No solo basta con una norma rectora, la cual busca proteger la dignidad humana. En el artículo primero, párrafo quinto de nuestra Constitución, se prohíbe toda discriminación motivada por origen étnico, nacional o cualquiera que atente contra la dignidad humana, pero contrario a ello de 2016 a 2017 se registraron el doble de casos de discriminación.
Si seguimos “aplastando” a las minorías y siendo desiguales, México no dejará de ser un país tercermundista.
Foto: Sonika |
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